# 345


(a mi Abuela)


Contigo aprendí
que las lágrimas no acaban
donde empiezan otras,
sino que empiezan
donde no acaban nunca.

Comments

Anonymous said…
Pues un abrazo, aunque sirva de poco.

Lo seguimos leyendo, caballero.
Un petó fortíssim i a regar tot el que t'envolta ;)
azogue said…
Gràcies, estimats...

Dos abrazos enormes.
viejos miedos said…
solo los abuelos son capaces de crear palabras como esas!
azogue said…
Bienvenid@, viejos miedos. Y tan curioso ese nombre: suelen ser los miedos más viejos, los que más miedo dan, no por viejos, sino por no superados.

Un abrazo desde donde quiera que escribas o que leas.

Popular posts from this blog